lunes, 16 de diciembre de 2013

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Herido, como el que promete demasiado o el que espera demasiado

   Ya en mi alma pesaban de tal modo los muertos
futuros que no podían andar ni un solo paso sin que
   las piedras revelaran sus entrañas.
(…)
La noche se desploma por un exceso de equipaje secreto.
Alabad a la chispa que electrocuta las huestes y los rebaños.
Un hombre y una vaca perdidos.
   ¿Qué nuevas desventuras esperan a las hojas para 
   este otoño?
Mi alma no puede ya con tanto cargamento sin destino.
El sueño para preservarse de las lluvias intenta una
   Alquería.
Anteanoche no aullaron ya las lobas.
   ¿Qué espero rodeado de muertos al filo de una
   madrugada indecisa?

(De Sermones y moradas)